
ÚLTIMAS PUBLICACIONES:
No sé por qué
No sé por qué, De verdad no sé. Pero hoy me dio por extrañarte. Por echar de menos Tu existencia Por preguntarme a dónde, ¿a dónde te fuiste? Llámame, Aunque sea en mis sueños, Aunque sea mentira. Dime que volverás, Que una vez más me querrás. Dime que yo merezco tu paternidad. Mi pecho es una casa vacía, Con luces encendidas Pero risas apagadas....
Edgar, un tesoro de lucha
Edward Knappe, un hombre de 91 años, me recibió bajo la sombra de un árbol, con las manos llenas de barro.Agradecido por su trabajo, irradiaba voluntad de vida y un amor por lo que hace que lo vuelve admirable. En la piel de su rostro y en sus manos curtidas por el tiempo encontré emoción, historias y una profunda filosofía de vida.Su alma me...
Sobras (y sombras), nada más
Los dos vocablos se parecen, pero tienen significados diferentes, pero este escriba ha tenido la ocurrencia de mezclarlos y así entreverar algunas situaciones. “Cree el vivo en hacer lo que quiere y desprecia que puede terminar a la sombra”. O bien puede hacer...
Acompañado
Cuando a uno lo para la vida, que no es que uno pare sino que se ve envuelto en la ida a un sanatorio, por ejemplo, obligado se aquieta. Se sienta en sillas impersonales incómodas, pierde el tiempo en cosas que nunca hace, atiende a otros, se le llenan los ojos de...
Burros
Es el tercer burro que le desaparece a Tiburcio. La noche lo tragó y por más que lo buscó en la quebrada y por las vera del río pedregoso sabía que no iba a aparecer. Cuando el monte tiene hambre se come algún animal del poblado, eso es ley entre las gentes del lugar...
Justino
El hombre iba y venia de un lado al otro del patio. Los tres perros permanecían echados bajo el alero del rancho, las gallinas picoteaban en la vuelta del galpón y el sauce parecía que iba a remontar con el viento de setiembre. El ambiente era tenso, mas allá de la...
Las desgracias del Arinos
Se zambulló como mil veces anteriormente, esperando encontrar algo, pero convencido que nada había allá abajo. Se equivocó... Al principio, no le pareció una moneda, sino más bien una piedra redonda como otras, como muchas; pero cuando la tuvo en sus manos notó un...
La siesta
Del latín nos viene siesta que hace referencia a la hora sexta, el mediodía y el tiempo posterior al almuerzo, que se dedicaba a descansar por un breve lapso. La siesta se da en un momento particular del día, y también, por qué no en cualquier momento, que no tiene...
La pareidolia de Jacinto
Aquel hombre poseía un don increíble que se cotizaba a cien pesos la consulta. Era el curandero del barrio, tiraba el cuerito, curaba el mal de ojo y daba inyecciones. Todo lo enumerado antes constituía su metier. Claro está que para cada consulta se agregaba algún...
Olga y Esther. Día 1.
Olga se asomó a la ventana y dio un sobresalto, enredada en sus piernas cansadas y varicosas, rumbeó a la puerta de calle. ¿Cuánto había pasado? ¿una semana?, un poco más, ¿diez días? En el cuidado que ponía para no volver a tropezar mientras llegaba al zaguán, no...
El final de Rodríguez
Estas reflexiones proceden de la lectura de Rodríguez de Francisco Espínola, pero, particularmente, del final de ese relato. Leído el cuento, que por cierto nos parecía fantástico, no habíamos advertido el tenor de su desenlace. Al principio tuvimos dudas pues podría...
¿querés ser parte de escritores de la nada?

Si querés ser parte del grupo y publicar tu cuento, poesía o lo que sea,
contactate con Federico al 099360606.
escritoresdelanada@gmail.com