La tapera
¡Detente!
¡Quiero entrar a esa tapera!
A su lado, una palmera caída,
le daba el aspecto
de no tener vida
Me acerqué con pasos suaves,
el silencio me envolvió,
que no sea él, que menoscabe,
la emoción que me embargó
La puerta que estaba ausente
a un mundo mágico me transportó,
y allí mismo, en medio de la sala,
un sinfín de voces anónimas, me invadió
No sentí miedo
y eso que me envolvió
una nube de misterio
Voces apasionadas,
suspiros,
gemidos de placer,
chasquidos por sudor,
me contaron que allí
se vivió un lindo amor
El llanto de un bebé,
un triciclo abandonado,
una trenza en el espejo,
¡linda familia formaron!
La pava en la estufa,
la cocina con leña preparada,
la mesa servida,
una historia inacabada
Recorro la tapera
que ya no es tapera, es casa,
muebles vencidos,
polvo acumulado,
me hablan de un tiempo
que se ha terminado
Abro un cajón
se cae una puerta,
un clavo oxidado,
al suelo un cuadro
Me asomo a la ventana
soy mujer enamorada,
el viento me despeina,
cierra puertas y cajones,
quita el polvo, cuelga el cuadro
Enciende la cocina
agua caliente en la pava
la familia ya en la mesa
y yo apenas un fantasma
Me voy como llegué
en silencio, con respeto.
En esa tapera hay vida,
no es tapera, ya es casa
La palmera sigue caída
pensando que ya no hay vida,
mas la vida no se fue
yo misma lo comprobé
Es cierto, parecía sin vida,
pero bastó entrar,
oler, tocar, curiosear,
para que el clavo diera la señal
Fue apenas un segundo,
quizás un poco más,
pero al mirar por la ventana,
todo se volvió a armar
La tapera, no es tapera,
la tapera es casa ya,
es cierto, parece ligera,
pero hay almas que aún viven allá