La vida transcurre entre la esperanza y la añoranza.
Esperamos lo que soñamos y añoramos lo vivido, atesorando los momentos felices compartidos en familia, amigos y con aquel amor…romántico y apasionado que hace brillar nuestros ojos y palpitar nuestro corazón.
Todo era tan vibrante, la juventud y las ilusiones, una vida que comenzaba a florecer con la fuerza del viento y el calor del sol.
Por eso la nostalgia, es ese recuerdo que atesoramos, regocijándonos en él, sabiendo que aunque ya no seamos los mismos sigue acompañándonos y nos da fuerzas para no caer en melancolías de momentos difíciles de tristeza y lucha. Porque eso también es la vida.
En Uruguay celebramos la “Noche de la Nostalgia”, porque elegimos la alegría.
Que la algarabía de los encuentros contagie y anime, a los que por distintas circunstancias no puedan hacerlo y haga renacer en ellos algún grato y dulce recuerdo de lo vivido y disfrutado.