¿Y si descubrieras que nunca has estado realmente solo en tu casa? Vivía solo en un pequeño apartamento que apenas alcanzaba para mí, aquella noche llegue a casa, guarde las llaves en el cajón y me puse a observar cuando note que nada estaba en su lugar, el control de la televisión estaba en la cocina, la almohada del sofá tirada en el piso. Pensé que estaba agotado y que mi mente me jugaba una mala pasada, no le di importancia, fui a la cocina y agarré lo primero que vi en la heladera para cenar, lo calenté en el microondas y me fui a acostar.
Horas después un ruido fuerte me despertó, algo había caído en la sala… Salí de la habitación a oscuras, ni siquiera prendí la luz, bajé las escaleras intentando hacer el mínimo ruido posible, la oscuridad era casi total… Pero allí lo vi, escondido atrás del sillón, allí atrás vi unos pies descalzos, quietos. Un escalofrío recorrió mi espalda, no grite, no llame a la policía, no hice nada, podía escuchar su respiración lenta, agitada y profunda… Mi corazón latía con fuerza, pero tomé valor y volví a subir las escaleras, me acosté y me puse a pensar ¿Desde cuándo estaba alguien escondido allí? ¿Y porque no se movía ni hablaba?
Esa noche entendí que nunca estuve solo en mi casa Y que quizás nunca lo estaría…