¿QUIÉNES SOMOS?

Entre la realidad y el sueño

por | 2 Jul, 2025

¿Y si un sueño no fuera solo un sueño, sino una advertencia? Miré a mi alrededor. Estaba en la casa de mi abuela. Mi familia charlaba en la sala. Pero yo me sentía extraña. No recordaba haber venido aquí. ¿Cuándo llegué? ¿Por qué no lo recordaba? Entonces, la puerta se abrió. Una figura emergió del pasillo, mi corazón se detuvo. Lo conocía. Era alguien que había estado ausente durante años, alguien que había desaparecido sin dejar rastro. Y ahora estaba ahí. Sonriendo. Sentí un escalofrío. Pero por alguna razón nadie más pareció sorprenderse. Traté de actuar normal. Me uní a mi madre y a mi abuela fuera de la casa. El cielo estaba nublado y tormentoso como si estuviera a punto de llover, pensé. Entonces lo vi salir. Caminaba hacia nosotras. Sus pasos eran lentos. Pero su mirada estaba fija en mí. Se acercó. Me abrazó. Después de tantos años, de tanto silencio. Me abrazó como si nada. Y sin saber porqué, lo abracé también. Quise creer que todo estaba bien. Pero entonces… Me atrapó entre sus brazos. Su mano apretaba mi cintura. La otra sostenía un cuchillo, frío y afilado, contra mi garganta. Mi respiración se detuvo. ¿Así terminaría todo?

Quise gritar. Quise huir. Pero el miedo me paralizo. Las lágrimas se formaban en mis ojos, pero no caían. Todo se volvió oscuro. Cerré los ojos con fuerza. Y entonces… Desperté. Alterada. Sudando. Estaba en mi cuarto. A salvo. O eso parecía. Trate de calmarme. El miedo seguía ahí, en mi pecho. ¿Fue un sueño? ¿Solo un sueño? Se sintió tan real…que aún podía sentir el filo contra mi piel.