Y me despertó,
De un sueño profundo
Tan oscuro y negro gritando tú nombre en dolor
Por no poder morir a tu lado.
Y se repitió…
Cada vez más oscura la noche,
Ni el tinto lo pudo ocultar el dolor,
Se sigue agrandano el agujero de mi corazón.
De mi corazón,
Que no entiende de balas cruzadas,
ni cartas marcadas si no es con la frente,
Pegándole en el pecho,
Al amor.
La cura llegó,
Escribir todo lo que sucede
pa cuando ella llegue mostrarle el renglón,
que le hable de lo que fuimos siempre,
Fuimos ella y yo.
Ella fue la marea
El viento que llega
La ola que rompe en temblor,
Llega en furia y se va armonía.
Yo fui el error,
el segundo imperfecto
La roca que rompe el temblor
El final de furia el inicio
de la redención.
El comienzo de todo
lo blanco y lo negro
el ying con el yang el dolor
el alivio a cerrar heridas
en el corazón.
A evitar las distancias
para mantener cerca el calor
siempre prendida la primera llama
el fuego de amor.